La fuerza, movilidad, flexibilidad4 y coordinación muscular, independientemente del entrenamiento, son fundamentales para el éxito de un gimnasta. La genética es crucial para que estas características existan y de esta manera se destaque en la modalidad elegida.
Aumenta la flexibilidad y fortalece todos los grupos musculares. Desarrolla la lateralidad, el equilibrio y la coordinación de movimientos.
Favorece la circulación sanguínea, el drenaje de líquidos y toxinas. Aumenta la velocidad de reacción.